Según la ANVISA, se atribuye el uso de la expresión "bebida energética" o "energy drink" al producto que contiene en su composición inositol y/o glucoronolactona y/o taurina y/o cafeína, pudiendo ser añadido de vitaminas y minerales y, incluso, de otros ingredientes, siempre que éstos no desnaturalice el producto.
La primera vez que una bebida energética fue fabricada en el mundo occidental fue en 1987. Como director de marketing de la empresa alemana Blendax, el austríaco Dietrich Mateschitz viajaba constantemente alrededor del mundo. En uno de sus viajes, se dio cuenta de que en Tailandia se comercializaban jarabes tonificantes, los cuales acostumbraba consumir con hielo durante los vuelos de vuelta a Alemania; y más, percibió que su efecto era reducir la fatiga, sin embargo, sin disminuir la sensación de fatiga. Intrigado, decidió estudiar el mercado para esos productos, ya que en Asia presentaban gran consumo. En el curso de su investigación, Mateschitz descubrió que Chaleo Yoovidhya, uno de los representantes de Blendax en Tailandia, tenía una empresa que fabricaba esos tonificantes y lo convenció para introducir un producto similar en Europa, haciendo algunos cambios en la fórmula y el nombre. Con una inversión de un millón de dólares, nació Red Bull, la primera marca occidental de bebidas energéticas. Durante su primer año de operaciones, vendió un millón de latas, un valor que se duplicó en el segundo año.
Hoy en día, hay más de 1.000 marcas de bebidas energéticas en todo el mundo.
Al principio, los energéticos fueron desarrollados para el público nocturno, siendo comercializados como una bebida revitalizante. Hoy, sin embargo, el perfil del consumidor es más amplio: abarca personas de diversas edades y se utiliza para los más variados fines.
Las bebidas energéticas están compuestas por vitaminas del complejo B, ingredientes de hierbas exóticas y metilxantinas, cafeína, ginkgo biloba, glucoronalactona, creatina, maltodextrina, taurina, inositol, guaraná y ginseng.
De las bebidas existentes disponibles hoy en el mercado, los ingredientes más comunes son carbohidratos, taurina, cafeína, glucoronolactona, inositol y vitaminas del complejo B; aproximadamente el 60% de los productos comercializados como bebidas energéticas contienen extracto de guaraná.
Red Bull, Burn, Gladiator, Flying Horse y Flash Power, son algunas de las principales marcas de bebidas energéticas comercializadas actualmente en más de 164 países alrededor del mundo y consideradas por las autoridades sanitarias internacionales como seguras para el consumo humano, entre ellos Estados Unidos, Canadá, México, Paraguay, Chile, España, Francia, Dinamarca, Australia y Alemania, entre muchos otros países.
En los últimos años, el consumo de bebidas energéticas ha aumentado considerablemente a nivel mundial, efecto asociado a la promoción hecha por los medios de comunicación que llevan a las personas a desear incrementar la resistencia física, alcanzar un mayor nivel de concentración, evitar la fatiga y dormir bien.
En el año 2017, el mercado de bebidas energéticas ganó proporciones multimillonarias en todo el mundo. Sólo en el mercado brasileño, el segmento acumuló, entre 2012 y 2017, crecimiento en facturación al por menor y volumen de, respectivamente, el 38,3% y el 3,1%. Sin embargo, las cifras presentadas en los últimos dos años mostraron una leve caída del sector. En 2017, el desempeño presentó una disminución del 7% en volumen y un 1% en ventas. El año pasado, los brasileños consumieron aproximadamente 67 millones de litros de bebidas energéticas, moviendo cerca de R$1,7 mil millones, según datos de Euromonitor International. Brasil, el mayor país de América Latina, tiene un 57% de market share y también es uno de los mayores y más importantes mercados de bebidas energéticas del mundo. Los energéticos envasados en botellas PET son ampliamente difundidos por marcas menores y ganan consumidores que buscan precio. Red Bull tiene un 50% de market share frente a los demás competidores; Coca-Cola es el segundo, con las marcas Burn, Gladiator y Monster, y TNT aparece en tercer lugar.
El mercado de bebidas energéticas en latas sigue creciendo en ventas, pues el consumo se vuelve cada vez más común entre jóvenes y adultos. Con esto, nuevas marcas surgen en el mercado inaugurando una nueva categoría llamada: energéticos en píldoras y shots, ambas configuraciones ya consolidadas en los Estados Unidos. El mercado brasileño todavía es emergente en estas nuevas categorías, pero corresponde a las nuevas industrias hacer un trabajo de conversión de consumo, ya que el atractivo es el precio justo y la máxima efectividad.
A nivel mundial, el consumo de bebidas energéticas muestra cuánto está creciendo este mercado. En los Estados Unidos, por ejemplo, la industria de bebidas energéticas creció un 240% desde 2004 y rindió US$ 21 mil millones en 2017.
La mayor parte del mercado mundial de bebidas energéticas está representada por América del Norte, seguida de Asia-Pacífico, mientras que Europa presenta un rápido crecimiento en comparación con los demás; las ventas de energéticos están todavía muy concentradas en los mercados de América del Norte, Australia y Europa. Colectivamente, estos mercados responden por más del 50% del consumo mundial de bebidas energéticas.
Una de las principales marcas mundiales de bebidas energéticas, Red Bull es la precursora de toda avalancha que mueve el mercado de energéticos, distribuyendo a decenas de países y notoriedad de marca en los principales deportes del mundo. De 2011 a 2016 la marca fue una fuente inagotable de facturación; fueron 6 mil millones de latas comercializadas en 2016 y una facturación de 6 millones de euros, además de estar presente en el 90% de los países del mundo.
Red Bull está en Brasil desde 1999 y, aunque sigue siendo líder absoluto en la categoría de bebidas energéticas, ha tenido su participación de mercado reducida en los últimos años.
El mercado de las bebidas energéticas ha crecido no sólo en número sino también en innovación. Actualmente, el mercado dispone de versiones light/diet y de una amplia variedad de sabores, además de una nueva generación de bebidas energéticas formuladas con diferentes combinaciones de ingredientes, como formulaciones a base de jugo de frutas y extracto de café verde; bebidas energéticas sin azúcares añadidas a base de jugo de frutas, con las vitaminas del complejo B, extracto de guaraná como fuente de cafeína, cinc, magnesio y endulzado con stevia; bebidas formuladas con leche desnatada sin lactosa, jugo de frutas, aislado proteico de suero, con vitaminas del complejo B y extracto de té verde; Tés energéticos y una multitud de otras formulaciones que estimuló el consumo y el crecimiento de la categoría, permitiendo la expansión de los portafolios y la oportunidad de aumentar aún más las opciones a ser ofrecidas al mercado. En Brasil, las bebidas energéticas son reguladas por la ANVISA en Resolución especifica que trata de "Compuestos Líquidos listos para el Consumo". Primando por la seguridad del producto y respaldada por investigaciones y estándares internacionales, la normativa nacional establece límites a las cantidades de cafeína y taurina, respectivamente, de 350mg/L y de 400mg/100ml, así como advertencias sobre el consumo de bebidas energéticas por grupos específicos que pueden ser eventualmente más sensibles al consumo de cafeína.